Capítulo 26; PYD

–¡No puedo creer que ya camines!– me bajó lentamente.– ¿Desde cuando?

–Hace unos días, perdón que no te dije pero Scooter, tu madre y yo estábamos planeando esta sorpresa y...– me interrumpió con un dulce beso.

–No te preocupes, verte aquí en el final de mi gira me hace tan feliz, y ver que caminas.– sonrió.– Es el mejor regalo que me pudiste dar.

Ambos sonreímos y nos besamos. Nos sentamos en el sillón y puse mis manos en su cuello y él puso sus manos en mi cintura. Los tiernos besos se iban transformando en besos salvajes y llenos de pasión. 

–Justin....– gemí mientras besaba mi cuello.– ¿Podemos guardar esto para el hotel?

–No puedo esperar tanto, llevo mucho tiempo sin estar contigo.– siguió besando mi cuello.

–¿Y si entra alguien?– Insistí.

–De acuerdo,–se detuvo.– Espero que no hayas pedido cuarto de hotel porque no te dejaré salir del mío.

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Llegamos al hotel y en la tienda de la recepción Justin compró una caja de condones. Subimos a la suit y Justin me sentó en el sofa de la sala para quitarme las muletas y me cargó hasta la cama.

–Te amo tanto.– Susurró en mi oído besando mi cuello lentamente.

–También te amo.

Justin saciaba su sed de pasión besando cada parte de mi escote hasta que decidió quitarme mi blusa y dejar mi bra a la vista. Besó mis pechos sobre mi bra y luego los acarició mientras besaba mi vientre. Mi única respuesta era gemir de la excitación. Volvió a subir lentamente hasta mis labios.

–Quiero que experimentes el sentido del tacto que acaban de recuperar tus piernas.– dijo levantándose de la cama. Me quitó mi pantalón dejando mis panties y caminó hacia la sala. Regresó con una rosa roja que seguramente sacó de el florero de la mesita de café. 

–¿Dime que sientes?– dijo mientras empezaba a rosar mis piernas con los pétalos de la flor.

Sonreí.– Nunca pensé que el rosé de los pétalos de una flor se sentirían tan bien.

 Justin siguió rasando mis piernas lentamente con los pétalos de la flor. Lo que empezó como un sentimiento de alegría, pues nunca pensé que volvería a sentir, se transformo en aún más excitación. El erotismo que manejaba Justin al acariciarme primero con la rosa y luego con sus manos era lo mejor que me podía pasar. Pasaba la yema de sus dedos desde mi tobillo hasta llegar a mis panties. 
Mi respiración se iba hacienda más y más acelerada mientras Justin besaba mis piernas lentamente desde abajo hacia arriba. Cuando llego a mis panties los mordió y los empezó a bajar con sus dientes. Me miró y sonrió con esa sonrisa pervertida mientras se quitaba su camisa dejándome ver sus preciosos y marcados abdominales. 

–Wow, ¿soy yo o hiciste ejercicio?– reí.

–Puedes apostarlo.– me dijo mientras se quitaba sus pantalones y boxers en un solo movimiento. Se colocó el condón
Volvió a besarme el cuello y me quitó mi bra. Besó mis pezones haciéndome gemir una vez más antes de penetrarme. Mis gritos de excitación iban creciendo y creciendo cada vez más. Lo único que callaba mis gemidos eran los apasionados besos de Justin. Mis uñas se clavaron en su espalda mientras el me envestía una y otra vez.
–Te extrañaba tanto.– me dijo antes de besarme de nuevo.
Mordí su labio lo cual causó que él gimiera de nuevo antes de que ambos termináramos con un grito de pasión.

Se acostó a mi lado y nos miramos a los ojos.

–En verdad te extrañaba princesa.– sonrió y besó mi frente.

–Yo también te extrañaba, mi príncipe morado.

–¿Lo repetimos en la sala?– sornió pícaramente.

–Claro.– respondí con una voz ronca y sexy. 

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Hola Beliebers! se que ha pasado mucho tiempo desde que subí capítulo y que este es muy corto, pero prometo que el siguiente será más largo. No sé si lo termine hoy u otro día pero esperenlo.
Comenten que les pareció.

Callia